La temperatura no da tregua, con elevadas marcas de sensación térmica. En ese sentido, aumenta el riesgo de que personas sufran descompensaciones por el calor.
Las consecuencias para la salud pueden ser de mayor o menor gravedad, dependiendo de la duración e intensidad de la ola de calor, del estado de salud general de cada persona y de las medidas preventivas que se tomen. En este sentido pueden presentarse alguno o varios de los siguientes síntomas o condiciones:
Las olas de calor pueden agravar o potenciar la aparición de una variedad de enfermedades e impactar negativamente en la salud.
Mortalidad
Según explica el Ministerio de Salud de la Nación, las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, adultos mayores o aquellas con enfermedades crónicas respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes-.
Los alimentos frescos (frutas, verduras, etc.), así como los enlatados y embotellados, pueden verse afectados debido a las altas temperaturas. Dicha alteración puede descomponer los alimentos y bebidas y volverlos tóxicos y no aptos para su consumo.
Las consecuencias para la salud pueden ser de mayor o menor gravedad, dependiendo de la duración e intensidad de la ola de calor, del estado de salud general de cada persona y de las medidas preventivas que se tomen. En este sentido pueden presentarse alguno o varios de los siguientes síntomas o condiciones:
Golpe de calor.
Deshidratación corporal.
Decaimiento o debilitamiento.
Fatiga.
Dolor de cabeza.
Escasez de apetito.
Insomnio.
Pulso acelerado.
Calambres.
Dolores musculares.
Agotamiento.
Transpiración abundante.
Mareos síncopes.
Baja presión.
Es recomendable hidratarse frecuentemente con agua, mantenerse a la sombra, evitar trabajos pesados en exposición al sol en horas pico, usar ropa liviana de colores claros y no consumir bebidas alcohólicas, evitar el ejercicio físico en el horario de 11 a 17, evitar comidas abundantes o con muchas calorías.Deshidratación corporal.
Decaimiento o debilitamiento.
Fatiga.
Dolor de cabeza.
Escasez de apetito.
Insomnio.
Pulso acelerado.
Calambres.
Dolores musculares.
Agotamiento.
Transpiración abundante.
Mareos síncopes.
Baja presión.
Las olas de calor pueden agravar o potenciar la aparición de una variedad de enfermedades e impactar negativamente en la salud.
Mortalidad
Según explica el Ministerio de Salud de la Nación, las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebés y niños pequeños, adultos mayores o aquellas con enfermedades crónicas respiratorias o cardíacas, hipertensión arterial, obesidad y/o diabetes-.
Los alimentos frescos (frutas, verduras, etc.), así como los enlatados y embotellados, pueden verse afectados debido a las altas temperaturas. Dicha alteración puede descomponer los alimentos y bebidas y volverlos tóxicos y no aptos para su consumo.
Publicado 28/1/2019
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