En la audiencia general de los miércoles, el Papa Francisco afirmó que "nuestro ser hijos de Dios llegará a la plena maduración, seremos vestidos de la alegría y al amor de Dios, sin límite, estaremos cara a cara con él".
Bergoglio dedicó la catequesis de hoy a las "preguntas antiguas", las "preguntas espontáneas" que se plantea el hombre de todos los tiempos. "Cuando nos dirigimos hacia este horizonte -observó el Papa- nos damos cuenta de que nuestra imaginación nos impide" comprender "el esplendor del misterio, y surgen preguntas espontáneas como ¿cuándo ocurrirá este pasaje final? ¿Qué será entonces de la humanidad y de la creación que nos rodea?"."Pero estas preguntas no son nuevas, ya las habían hecho los discípulos a Jesús", son "preguntas humanas, preguntas antiguas, que nos planteamos también nosotros", dijo.
Gracias a la fe, explicó, "nosotros sabemos el modo en que será transformada la humanidad, sabemos por la revelación que Dios prepara una tierra nueva donde habita la justicia" y que "saciará todos los deseos de paz del corazón del hombre".
"El paraíso, más que un lugar, se trata de un estado del alma en el que nuestras expectativas más profundas serán realizadas y nuestro ser hijos de Dios llegará a la plena maduración. Estaremos vestidos de la gloria y del amor de Dios, sin límite, estaremos cara a cara con él", sostuvo Francisco.
"La distinción -observó Francisco- no es entre quién está muerto y quién no lo está todavía, sino entre quién está en Cristo y quién no lo está, este es el elemento decisivo", concluyó.
(Telam)
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