Un estudio difundido por la Federación Argentina de Cámaras de Farmacias (Facaf), basado en una encuesta a consumidores, determinó que el 30% de los usuarios de protectores solares "no reaplica el producto en jornadas extendidas al aire libre" y que "un 40% usa los comprados el año anterior". Y el 99% solo lo aplica en la playa o las piletas, cuando la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) y otros organismos recomiendan hacerlo en cualquier situación de exposición de la piel a los rayos solares.
Aún los protectores resistentes al agua deben reaplicarse tras dos horas de exposición continua al sol, cada vez que se sale del agua, luego de secarse con toalla o después de practicar deportes.
Los protectores son un producto clave para proteger la piel de quemaduras y evitar futuros trastornos graves, como el cáncer de piel.
La protección contra los efectos del sol es importante durante todo el año y no solamente en verano, pues los rayos ultravioletas también afectan en los días nublados y en aquellos de poca luminosidad. La radiación ultravioleta penetra la piel y puede provocar quemadura solar, envejecimiento prematuro del tejido epitelial, daños en los ojos e incluso cáncer de piel.
La Anmat indica que todos los protectores, aún los resistentes al agua, deben reaplicarse tras dos horas de exposición continua al sol, cada vez que se sale del agua, luego de secarse con toalla o después de practicar deportes. Los filtros solares deben usarse entre 30 minutos y 2 horas antes de exponerse".
Los protectores tampoco deben ser la primera y única línea de defensa contra el sol. Todos los niños pequeños deben estar bien cubiertos con ropa y sombreros y deben mantenerse alejados del sol durante los períodos de máxima luz solar y los menores de seis meses no deben usar protectores sin consultar con un médico.
Las principales recomendaciones para el verano son: no exponerse al sol entre las 10 y las 16 horas, protegerse en el agua y en la arena (que reflejan los rayos), usar factor 20 como mínimo y no olvidar proteger partes sensibles como zonas calvas de la cabeza, orejas, cuello, nariz, empeines y manos.
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