Toneladas de pilas usadas y otros residuos electrónicos están siendo descartados en rellenos y basurales, convirtiéndose en una peligrosa bomba de tiempo. En ese sentido, la organización ambientalista Greenpeace llevó al Congreso Nacional una pinza y un manual de instrucciones gigante explicando a los Diputados cómo desactivar esta bomba tóxica, a través de la aprobación de la Ley de Basura Electrónica.
Para esto hay un plazo que se agota, ya que a fin de año la norma que tiene media sanción de los senadores perderá estado parlamentario.
Greenpeace señaló que “los aparatos que se descartan contaminan la tierra, el aire y el agua con sustancias altamente tóxicas. Se calcula que cada argentino genera 3 kilos de residuos electrónicos al año, lo que en todo el país suma 120 mil toneladas anuales. Y es la fracción de basura que más crece año a año”.
La Ley de Basura Electrónica da una solución eficaz a este grave problema responsabilizando a los fabricantes de electrónicos de la recuperación y reciclado de sus productos.
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