ACTO 25 DE MAYO 2012

En este artículo: fotos, texto y audios de los discursos.

La comunidad de Arequito celebró el 202° aniversario de la constitución del primer gobierno patrio, en un acto oficial realizado la mañana del viernes 25 de mayo. Organizado por la Comuna y el Club Atlético Belgrano, contó con la participación de todas las escuelas del pueblo y de entidades intermedias, siendo la protagonista indiscutida “Alta en el Cielo”. La bandera, cosida con retazos aportados por todos, alcanzó 50 metros de largo y fue llevada por alumnos y vecinos por las calles de la localidad, durante el paseo cívico previo.

La bandera fue generada a partir de una iniciativa del Jardín Mirasoles de la Escuela Particular N° 1114 “Nuestra Señora del Rosario”, en el marco del proyecto rosarino-nacional “Alta en el Cielo”, para crear entre todos los argentinos la bandera mas larga y unida.

La jornada empezó en la sede del Club Belgrano, donde las autoridades, representantes de instituciones y público en general se concentraron para iniciar la marcha. La caminata incluyó varias calles, pasando por lugares preestablecidos donde aguardaban otras escuelas y entidades para sumarse al paseo.

En la plaza San Martín, el público ocupó el espacio cívico, para dar comienzo al acto protocolar, conducido por Fernando Pitetti. El izamiento de la bandera estuvo a cargo del jefe comunal Juan Pablo Larrambebere y del presidente de Belgrano, Lucas Makianich.

Luego siguieron las invocaciones religiosas. El pastor Ángel Ruggeris, del Ministerio Corona de Gloria, aseveró que “en la historia siempre Dios respaldó a naciones y nuestro país está en el corazón de Dios”. Pidió elevar peticiones para que Dios haga su obra en la justicia, en la salud, en la educación, en la familia y que respalde a los representantes políticos para mejorar cada día.

A su turno, el reverendo Elsio Romero, de la Misión Un Amor Eterno, dijo que lo contenta ver a tantos chicos llevando “esta gran bandera, porque si la generación que viene ama a su patria, tenemos garantizado un futuro de un país mejor, y eso es lo importante”. 

El sacerdote Ariel Barbero bendijo la bandera Alta en el Cielo, mencionando que a Dios y a la Patria hay que darles amor filial. El cura párroco elevó plegarias para que las autoridades nacionales busquen el bien común y trabajen por el mismo, para que crezca la solidaridad en la sociedad, que los pobres encuentren sus necesidades, y que los ciudadanos logren trabajar y desarrollarse en sus vidas.

El discurso central fue expresado por la docente María Graciela Larrambebere. “En mayo de 1810 un puñado de hombres se atrevieron a romper con un orden que les parecía injusto. No eran perfectos, ni mártires ni héroes inmaculados. Hablamos de hombres como Moreno, Belgrano, Castelli y de los otros, los desconocidos, que adhirieron a la causa de la libertad. Querían una nación mas independiente, una sociedad mas justa”, señaló. Inmediatamente destacó el compromiso activo asumido por los criollos de entonces, las medidas revolucionarias que tomaron producto de una vocación igualitaria, y los principios republicanos y éticos demostrados. “Esta revolución debe continuar construyéndose día a día. Es una empresa colectiva cargada de generosidad y esfuerzos aunados para el bien común. Hoy, ante realidad que parece resumirse en blanco o negro, deberíamos desarrollar un profundo amor por la justicia y la verdad, pero también una honda capacidad de discernimiento para elegir el bien común”, concluyó. 

Por último, su colega María Carla Musacchio, explicó aspectos de Alta en el Cielo. “Este proyecto nació como una linda idea que creció con el aporte solidario de muchos y tomó la forma de nuestra bandera. Este símbolo que nos representa y aúna, que despierta en nosotros el sentido de pertenencia y deja en nuestro corazón el sabor y el calor de la patria. Ella nos une como habitantes de una localidad que forma parte de un todo mayor, que es nuestro país, nuestra Argentina. Y así, en cada retazo y en cada puntada nos uniremos a la bandera que se está confeccionando en Rosario, donde Belgrano un día la soñó y la creó. Nuestro deseo es que cada una de esas puntadas de hilo, cada uno de esos retazos de tela se materialicen en acciones solidarias, en trabajo compartido, en aportes de idea y manos unidas para el bien de nuestro pueblo y nuestro país, que logremos, sin dejar de lado nuestras ideas, nuestras singularidades, nuestra diversidad, ser los hilos que unidos y armonizados conformen la trama de la patria libre que soñó Belgrano”.

La mañana finalizó con un convite de chocolate caliente para el público.

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